Cueva de Ardales

Cuevas
Dirección: Avda. Málaga, 3
Ardales (Málaga)
Muy cerca de Málaga capital, en Ardales, se esconde una bellísima cueva con pinturas rupestres de gran valor. Infórmate para concertar una visita guiada
Cueva de Ardales
Teléfono: 952 458 046
Visita:

Hay que concertarla llamando al teléfono 952 45 80 46 que es el del Museo de la Historia y las Tradiciones de Ardales. (Avda. Málaga, 3. Ardales) y debe planificarse con tiempo debido al limitado número de plazas. Sólo se realiza una visita al día con un grupo máximo de 15 personas. El visitante deberá disponer de vehículo propio, ya que las visitas comienzan en el Museo de la Historia y las Tradiciones de Ardales y hay que trasladarse a la cueva por un carril de 3 Km. Las visitas se realizarán únicamente los sábados y domingos, excepto en los meses de julio y agosto, en que las visitas se amplian también a los martes y jueves. La temperatura media en la cueva es de 16 ºC y es necesario calzado con suelas de goma, sin tacones ni elementos que resbalen.

Arte

Existe en esta cueva una de las grandes colecciones de grabados de la Península Ibérica, sobretodo figuras de animales: ciervas, cabras, peces... grabadas en su mayoría con punzones o buriles de sílex. La mayor parte de estos grabados pertenecen al Paleolítico Superior (entre 18.000 y 14.000 años).

Tambien existen pinturas en diferentes colores: rojo, amarillo, ocres y negros. Los materiales utilizados son el óxido de hierro para las pinturas rojas, óxido de manganeso para las negras, y las arcillas para los ocres, amarillos y marrones.

Geología

La cavidad presenta una extensión conocida de 1.597 metros, con dos niveles o pisos conectados entre sí. Los desniveles totales respecto a la boca son de +7 metros y de -28 metros. Existe actualmente una sola boca de entrada por la parte noroccidental de la sierra en la que se encuentra la cueva. Esta entrada se encuentra a 565 metros sobre el nivel del mar.


Historia

En 1921 un terremoto con epicentro en Alhama de Granada remueve la tierra y deja al descubierto la entrada actual de la cueva, que había permanecido cerrada en los últimos 8.000 años. Fue Pascual Madoz el que da a conocer el valor geológico y antropológico de la cavidad en su famoso Diccionario Geográfico y Estadístico de España. Pero a pesar de ello el próximo uso que se le da a la cueva es turístico. En 1860, Trinidad Grund, que regentaba un hotel y un balneario en Carratraca, habilita la primera parte de la cueva construyendo escaleras y colocando soportes para lámparas. En 1896 la cueva se abandona, sólo siendo habitada en 1936 y 37 como refugio durante la guerra civil. La cueva se convierte en un basurero incontrolado. Mientras las administraciones dejan el asunto en el olvido, la gente de los alrededores hacen pintadas en las paredes, incluso encima de algunas de las pinturas paleolíticas.

En 1918 Henri Breuil, primer gran estudioso del arte prehistórico visita esta cueva descubriendo sus primeras manifestaciones artísticas: una decena de figuras de animales que él encuadra en una época antigua del Paleolítico, publicandolos en la prestigiosa revista L'Antropologie de París en 1921.

En 1985 comienza una etapa conservacionista de la cueva, con investigaciones del yacimiento por un equipo especializado en diferentes materias. Desde 1992 se pone en marcha un programa de difusión controlada permitiendo únicamente 1.000 visitas anuales.

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