Palacio Episcopal
A nivel visual no cabe duda que este edificio es un emblema de la ciudad de Málaga y resuelve monumentalmente uno de los laterales de la Plaza del Obispo. Estamos ante uno de los mejores ejemplos de arquitectura palacial de la ciudad. Su ubicación es estratégica y está estrechamente vinculado a la Catedral, histórica y espacialmente.
Las trazas se deben fundamentalmente al arquitecto Antonio Ramos, maestro mayor de la Catedral. La parte más conocida del inmueble se construye en el siglo XVIII a iniciativa del obispo José Franquis Lasso de Castilla (1756-1776).
La zona del palacio que nos interesa destacar está ordenada en torno a un gran patio central. Todo este espacio se construye para ser la zona de administración del Palacio, y se compone de un cuerpo bajo con arquería sobre columnas toscanas. Para el segundo piso se disponen balcones en sus cuatro fachadas interiores. Y para el tercer registro ventanas.
Mediante dos arcos rebajados, en uno de los laterales, se accede a una escalera de tipo imperial de doble tiro y cubierta de un casquete ovalado.
Destacamos por su calidad compositiva el diseño de su fachada principal, de estilo barroco y construido en tres plantas. La fachada se articula a través de pilastras pareadas entre las que se disponen balcones en las plantas superiores y ventanas en la baja.